a localidad misionera de Capioví se alista para celebrar una nueva edición de su tradicional festejo navideño, que ya cuenta con más de 15 años de historia. Con una perspectiva orientada al reciclado y la colaboración de vecinos, continúan los trabajos de ornamentación de la ciudad a la espera de una gran masa de público nacional y provincial.
En declaraciones a RADIO STOP Silvia Carolina Ramos Directora de turismo mencionó que la festividad iniciará este sábado con el encendido del arbolito de la paz y la esperanza, entre otras actividades.
Durante todos los fines de semana del mes de diciembre, inclusive el 25 y el 01 de enero, se podrá disfrutar de espectáculos artísticos, veladas navideñas, exposiciones de artesanos y paseos gastronómicos, para toda la familia.
Por otro lado, en cuanto a los adornos navideños, mencinó que se trata de un trabajo que se lleva a cabo durante todo el año e involucra a muchas personas. Desde la comunidad, con el depósito de plásticos, hasta los voluntarios que participan en el taller, electricistas, herreros, entre muchos otros que se encargan de la logística y diversas tareas esenciales para este gran evento.
Ramos remarcó que “este es un evento que crece, que crece muchísimo” y destacó que durante todo diciembre tienen “un programa extenso” de actividades para recibir la Navidad. Las actividades inician el 30 de noviembre a las 20.30 horas con la apertura en la plaza central Los Pioneros a cargo de una academia de folklore, luego llegará el encendido del arbolito y un acto protocolar con autoridades provinciales seguido de espectáculos en vivo.
La Directora de Turismo invitó especialmente a conocer tradiciones como la casita de Papá Noel y “el árbol de los deseos”, donde se cuelgan deseos, sueños y anhelos para el próximo año. Además mencionó que los días 24 y 31 se realizarán eventos para la juventud. Por último, destacó de manera muy positiva el sentido de pertenencia que genera el evento. A lo largo de todas las ediciones realizadas, mencionó que no recuerda algún momento en que se haya roto un adorno, en que se haya registrado un acto de vandalismo, lo que resalta el sentido de pertenencia que la comunidad tienen hacia la celebración.