os municipalidades de La Pampa sufrieron hackeos en sus cuentas bancarias el mismo día. El episodio encendió las alarmas en la Justicia provincial, a raíz de los hechos repetitivos donde los delincuentes cibernéticos se robaron más de 20 millones de pesos.
Los dos casos sucedieron en los municipios de Santa Isabel y de Colonia Barón. Según explicaron los funcionarios, el viernes pasado recibieron una ventana emergente que les solicitaba instalar un complemento de seguridad llamado "Trusteer Rapptor".
De esa manera, el fiscal General Armando Agüero, de la II y IV Circunscripción, aclaró que en estas ocasiones los empleados apretaron la opción "ok" de dicha ventana. Esa acción provocó que "un hacker ingrese al sistema y realice transferencias bancarias sin ningún consentimiento". De acuerdo a lo informado por el medio La Arena, desde hacía tres meses venían recibiendo dicha notificación.
En la localidad de Santa Isabel se detectó una posible transferencia de $10 millones, lo que hizo que la contadora municipal bloquee las cuentas para así evitar la posible maniobra delictiva. La causa del distrito quedó en manos de la fiscal María Nemesio, quien caratuló el caso como estafa en grado de tentativa.
En tanto, en Colonia Barón sí se lograron robar más de $24 millones en dos operaciones. La denuncia recién fue realizada el pasado lunes 19 de octubre y la causa quedó a cargo de la Fiscalía de Delitos Económicos de la Segunda Circunscripción Judicial.
Según dio a conocer El Diario de La Pampa, las estafas ocurrieron durante varios días, precisamente entre el viernes pasado y este martes. Ante esta situación, con la denuncia encaminada, se procedió a bloquear las cuentas a las que fue destinado el dinero. Sin embargo, por el momento no se identificaron a los autores del hecho.
El pasado abril se detectó un caso similar en la localidad santafesina de San Agustín, ubicada a poco más de 30 kilómetros de la capital. En ese episodio, el Municipio sufrió un robo de casi 20 millones de pesos, provenientes del pago de proveedores y salarios.
El hecho se descubrió luego de un fin de semana, cuando los funcionarios llegaron a la oficina para retomar las actividades administrativas. Como se percataron de que la cuenta bancaria de la Municipalidad había sido vaciada, realizaron la denuncia policial.
Fue el intendente Cristian David Osta quien ingresó a las 6:15 al Home Banking correspondiente a la cuenta de la administración local y notó que faltaba el dinero que debía ser utilizado para realizar diferentes pagos a los trabajadores.
Al mirar los últimos movimientos, descubrió que hubo seis transferencias del 19 de abril. Cuatro de ellas pudieron realizarse, mientras que las dos restantes fueron rechazadas por el sistema. De esa manera, sustrajeron $4.900.000 de cada operación, por lo que la cifra faltante asciende a $19.600.000.