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as Becas Progresar seguirán vigentes en Misiones pese a la eliminación del fondo fiduciario anunciada esta semana por el Gobierno Nacional. Emilia Lunge, directora de Políticas Estudiantiles, explicó que el programa está amparado por ley, lo cual, hasta el momento protege a miles de estudiantes de todos los niveles del país.
El reciente anuncio del Gobierno Nacional sobre la reducción de un fondo relacionado con el programa de Becas Progresar generó preocupación en el ámbito educativo. Sin embargo, Emilia Lunge, directora de Políticas Estudiantiles de la Subsecretaría de Educación, confirmó que esta medida no afecta directamente las becas que benefician a miles de estudiantes en Misiones.
“Desde que se creó la beca, Misiones siempre tuvo equipo técnico provincial capacitado, así que fueron cuatro compañeros los que ya en abril la provincia absorbió su contratación para que en el momento en que Nación decida no continuar con estas contrataciones, no tengamos que nosotros salir a ver cómo solucionar eso”, señaló.
Además, explicó que el fondo reducido permitía la contratación de equipos técnicos para apoyar a las escuelas en la certificación y las inscripciones, además de ofrecer acceso a internet y equipamiento informático. “Eso por fortuna llegó a la provincia el año pasado”, destacó.
Y completó: “Esa previsibilidad nos ayudó hoy a que estos fondos no nos afecten de manera directa. Cualquier fondo que la provincia pierda o deje de tener -en la situación económica que estamos hoy- es complicado, pero por lo menos no afecta a nuestros becados. Misiones tiene más de 40 mil jóvenes becados”.
Lunge hizo hincapié en la importancia de las Becas Progresar, que alcanzan los 35 mil pesos mensuales, lo que representa una inyección de más de mil millones de pesos al consumo local. “Si el chico come con la beca, está bien. Si se compra la zapatilla para llevar a clases, está bien. Los chicos de 18 años tienen un requisito obligatorio que es hacer el curso de orientación vocacional y laboral. Y lo hacen en el celular con internet. Entonces si lo gastan para pagar datos, también está bien”, sostuvo la funcionaria en defensa del uso variado que los estudiantes hacen de estos fondos.
La directora argumentó que el Progresar no es un programa o plan, sino una beca que garantiza el acceso a la educación como un derecho básico. “Para acceder, tu grupo familiar -el sueldo de mamá más el de papá y el del joven, si tuviera trabajo en blanco- no tiene que superar los tres salarios mínimos vitales y móviles. Y eso es un poco más de 700 mil pesos, lo cual te habla que ni siquiera es un grupo familiar que llegue a la canasta básica el chico que accede a la beca. Entonces me parece que hay que contextualizar todo cuando se habla”.
De allí que Lunge expresó su preocupación sobre el discurso meritocrático que criminaliza a los beneficiarios, indicando que muchos de ellos trabajan y estudian con gran esfuerzo. “Y la verdad que cuando uno va recorriendo o conociendo las historias, son chicos que estudian y trabajan y con la beca ayudan un poquito más, y la verdad que hacen un esfuerzo increíble para poder estudiar. A algunos el sistema educativo ya en algún momento los excluyó, porque están haciendo la primaria de adultos”, aseveró.
Y remarcó: “Entonces no sé si ayudarlos o tratar de dar medio escalón más de igualdad de oportunidades, porque ni siquiera le estamos hablando de que le estamos salvando la vida con esta beca a las personas”.
A pesar de la tranquilidad que brinda la reglamentación del Progresar como ley, Lunge advirtió sobre la necesidad de mantenerse alertas ante posibles cambios legislativos. A propósito de esto último, reafirmó su compromiso con la abundante población joven de la tierra colorada.
“Hay que seguir estando siempre acompañando a los jóvenes, Misiones es una provincia con una población muy, muy joven, así que nosotros tenemos como mucho trabajo con ellos”, concluyó.
