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Un joven de 19 años fue salvajemente golpeado por un grupo de rugbiers durante una fiesta que se llevó a cabo por el Día del Amigo en el Club Náutico Arsenal de Zárate, provincia de Buenos Aires. “Hoy me pudo haber tocado a mi ser como la mamá de Fernando Báez Sosa”, expresó la madre de la víctima.
El hecho sucedió el sábado por la noche en medio de la fiesta, cuando el joven fue atacado por un grupo de rugbiers que lo golpearon mientras estaba de pie y, una vez que cayó al suelo, continuaron pegándole patadas en todo el cuerpo hasta dejarlo semiconsciente. En medio de la brutal agresión, la víctima sufrió una fuerte para en la sien y otra a la altura del labio superior, que requirió dos puntos de sutura.
El joven fue ayudado por otras personas presentes en el Club Náutico Arsenal de Zárate y fue trasladado de urgencia al hospital, donde lo resultados determinaron que no había sufrido ningún tipo de daño neurológico.
La madre de la víctima expresó su preocupación e indignación por lo ocurrido y con un breve posteo en sus redes sociales expuso: “Hoy me pudo haber tocado a mí ser como la mamá de Fernando Báez Sosa”.
La madre de la víctima resaltó que el joven fue ayudado por otras dos personas que intervinieron para frenar el ataque, pese a que también fueron golpeados.
“Hoy le tocó a mi hijo pasar por una situación de violencia por personas que representan un deporte (rugby) y del cual ya vimos hace cuatro años atrás la trágica muerte de Fernando. Por suerte, hoy puedo decir que mi hijo no sufrió lesiones graves, pero también hubo gente alrededor que pudo frenar la golpiza”, expresó Natalia.
AGRESORES IDENTIFICADOS
La Policía logró identificar a los agresores del joven y directivos del club informaron que el principal atacante ya había sido expulsado de la institución por haber participado en una pelea anterior en un boliche de Zárate.
“Él conocía a los chicos de la ciudad. Es el cuarto episodio que el grupo de mi hijo recibe un ataque de ellos. Hace unos meses, ellos recibieron un primer agravio contra uno de los amigos, pero no pasó a mayores. Volvió a repetirse con otro de los chicos y esta es la cuarta vez”, detalló la mujer y contó que hace dos semanas sucedió una situación similar en Campana.
En ese sentido, enfatizó: “Mi intención es que estos chicos entiendan algo, porque evidentemente no entendieron nada de lo que pasó hace cuatro años. Siguen recayendo en estas situaciones. No quiero llegar a otra instancia porque a mi hijo lo tengo y está vivo, pero un golpe de más o un golpe distinto lo mata”.
